No sé que esta ocurriendo últimamente con la genética de las vacas (aunque lo sospecho), pero lo cierto es que no dejan de sorprendernos. Ahora en una granja de Serbia ha ocurrido lo imposible. Ha nacido un ternero de color lila, cuando la granjera Radmila Glavonjic vio que una de sus vacas paría este particular ternerito no dudó en bautizarla con el famoso nombre de la marca chocolatera "Milka". De acuerdo a lo que explicó la veterinaria que dirigió el alumbramiento, no se conocen otros casos como éste, ya se trata de una especie de fenómeno de retroceso genético vacuno. Y no están muy seguros de si ese color va a ser bueno para la cría a largo plazo. Por el momento el ternerito sólo trae buenas noticias para su dueña, Milka la quiere para sus anuncios. De momento, la chocolatera suiza ha mandado a la granja docenas de cajas y cestas de bombones a modo de cortesía.
Me parece fantástico que Milka la fiche. Sin duda, concuerda perfectamente con el producto y así la estrategia de marketing resulta coherente con la imagen de la vaca de esta marca de chocolate.
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