Científicos de Vladivostok (Rusia) encontraron en aguas árticas, a una profundidad de cerca de un kilómetro y medio, un espécimen gigante desconocido. Los primeros en detectar al monstruo fueron los sensores del aparato Clavecin. Al principio, los científicos pensaron que el aparato había detectado una manada de organismos más pequeños, pero poco después comprendieron que se trataba de un solo ejemplar de dimensiones enormes. Después ocurrió lo que nadie esperaba, "de repente la criatura desconocida se lanzó sobre el aparato y comenzó a sacudirlo", informó el doctor en ciencias tecnológicas Leonid Naumov. Cuando lograron elevar a Clavecin a la superficie quedaron estupefactos al ver las abolladuras y arañazos que presentaba el aparato. Los científicos pidieron ayuda a biólogos oceánicos para, a través de los arañazos,identificar de que criatura podría tratarse pero igual de sorprendidos los especialistas en biología oceánica no pudieron darle identidad a esas marcas. Sin duda es una noticia impactante, aunque hubiera estado mejor con pruebas fotográficas. No he encontrado ninguna fotografía del aparato submarino llamado Clavecin, ni del doctor Leonid Naumov. No pretendo insinuar que puede ser una noticia falsa, sino que quizás sólo es la punta del iceberg de lo que realmente se encontraron estos científicos en las frías aguas del Ártico. ¿Sabéis? a mi me ha venido a la mente el Ningen, esos gigantes humanoides submarinos de los que os hablé el 08 de abril del 2012 en este mismo blog. Pero realmente sin fotografías ni análisis nunca podremos saber de que criatura se trata, el mar y sus misterios nunca dejaran de sorprender al hombre.
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