Estos pequeños animales ,cuyos parientes más cercanos son los topos y las musarañas,se cuentan entre los pocos mamíferos con glándulas venenosas. De hecho, son capaces de inyectar, como si de una serpiente se tratase, una potente neurotoxina con su mordedura. Se han localizado ejemplares de esta criatura en la isla La Española y en los bosques tropicales de Cuba. Las rarezas del Solenodon paradoxus (la variante que vive en La Española) no acaban aquí: tienen una extrañísima y superflexible nariz, con un mecanismo de bola-cavidad parecido al de la cadera humana. Con ella alcanzan cualquier recoveco en busca de insectos, raíces o pequeños frutos. Son nocturnos, casi ciegos, andan en zigzag y hacen un gruñido parecido al del cerdo cuando se sienten amenazados, aunque en ocasiones parecen ulular como los búhos. Se trata de un animal realmente esquivo, que se dejó filmar por primera vez en el año 2008, cuando ya se creía desaparecido. Este extraño mamifero vuelve a ser noticia ya que un grupo de investigadores acaba de secuenciar su genoma mitocondrial, confirmando que nuestro venenoso amigo se separó evolutivamente del resto de mamíferos hace unos 78 millones de años. Es decir, el solenodonte fue capaz de sobrevivir a la extinción de los dinosaurios.
“Sobrevivió al asteroide, a la colonización humana y a la llegada de las ratas y ratones a las islas, que los humanos trajeron con ellos”, comenta Adam Brandt, biólogo de la Universidad de Illinois, que ha participado en la investigación, publicada en la revista Mitochondrial DNA. Esta línea de tiempo coincide con los estudios que sugieren que la Isla de La Española estuvo conectada a México y comenzó su deriva hacia el este hace unos 75 millones de años. Allí han permanecido aislados y casi sin predadores hasta la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XV Hoy día, este extraño animal está al borde mismo de la extinción, como resultado de la pérdida de sus hábitats y la depredación de animales domésticos, como gatos y perros. Habrá que darlo todo para que este fósil viviente, que debió pasearse bajo las patas de los dinosaurios, sea capaz de sobrevivir también al dominio del ser humano.
lunes, 9 de mayo de 2016
lunes, 2 de mayo de 2016
HALLAN "DELFÍN-COCODRILO" EN CHINA
Pescadores de Zhoushan, al este de China, han atrapado una extraña criatura marina, que al parecer tiene forma de cocodrilo, pero con piel características de los cetáceos. En las redes sociales se ha desatado un intenso debate sobre el origen de este extraño animal.
EL UNICORNIO EXISTIÓ
Durante décadas, los investigadores habían creído que el Unicornio siberiano, una especie de mamífero más parecido a un rinoceronte que a un caballo, se extinguió definitivamente hace unos 350.000 años. Es decir, muchísimo antes de que nuestros antepasados directos llegaran al continente europeo. Sin embargo, un cráneo exquisitamente conservado y aparecido recientemente en Kazajistán ha cambiado radicalmente las cosas. De hecho, y según acaba de publicarse en la revista American Journal of Applied Science, esta increíble criatura pudo sobrevivir, por lo menos, hasta hace 29.000 años. Y convivir, por lo tanto, con nuestra propia especie, Homo sapiens, que llegó a Europa hace cerca de 40.000 años.
En otras palabras, realmente hubo un "unicornio" paseándose por el viejo continente, y casi con toda seguridad fue visto en más de una ocasión por nuestros lejanos antepasados. Aunque, todo hay que decirlo, poco o nada tenía que ver con los unicornios que aparecen en las leyendas mitológicas. Su nombre científico es Elasmotherium sibiricum, era enorme y peludo, poseía un gran cuerno recto y puntiagudo y sus formas recuerdan a las de los rinocerontes modernos.
Según las primeras descripciones científicas, el Unicornio siberiano medía dos metros de altura, hasta 4,5 metros de largo y su peso rondaba las cuatro toneladas. Unas dimensiones que se acercan más a las del mamut que a las del caballo. A pesar de su impresionante aspecto, el Unicornio siberiano sólo se alimentaba de hierba. Es decir, que si queremos hacernos una idea real sobre el aspecto de esta criatura, deberemos pensar en una especie de rinoceronte, cubierto de pelo, pero con el rostro más parecido al de un caballo y un único y larguísimo cuerno sobresaliendo de su frente, en lugar de los dos cuernos cortos y rechonchos de los rinocerontes actuales. El nuevo cráneo, extraordinariamente bien conservado, fue hallado en la región de Pavlodar, en Kazajistán. Y sus descubridores, un equipo de paleontólogos de la Universidad Estatal de Tomsk, en Rusia, lo han datado por medio de técnicas de radiocarbono, atribuyéndole una edad de cerca de 29.000 años. Basándose en las características del fósil, los científicos creen que se trata de un macho, aunque por ahora se desconoce cuál fue la causa de su muerte.
Pero la principal pregunta que se formulan los investigadores es cómo pudo esta especie de unicornio perdurar hasta varios cientos de miles de años después de que todos sus demás parientes se extinguieran. "Lo más probable -afirma Andrei Shpanski, uno de los miembros del equipo- es que el sur oeste de Siberia fuera un refugio en el que esta especie logró sobrevivir mucho más tiempo que el resto de sus congéneres. Otra posibilidad es que el Unicornio siberiano fuera capaz de migrar y de pasar largas temporadas en regiones mucho más al sur".
Los investigadores esperan que su hallazgo pueda ayudar a comprender mejor cómo influyen los factores ambientales en la extinción de las especies, y cómo las migraciones a través de largas distancias pueden haber ayudado a algunas criaturas, como el Unicornio siberiano, a durar mucho más tiempo de lo que se pensaba.
ENCONTRADO ESLABÓN PERDIDO DE MAMÍFERO/REPTIL
Investigadores han encontrado en Kuwajima (Japón) más de dos centenares de dientes fosilizados que pertenecen a una nueva especie de tritilodóntido, una familia de animales que une la evolución de los mamíferos con la de los reptiles. Antes de encontrarlos, los científicos creían que la llegada de los mamíferos borró rápidamente del mapa a este tipo de criaturas que parecen una quimera, pero, según el último estudio publicado en la revista Journal of Vertebrate Paleontology, la historia no fue como la cuentan. Este hallazgo sugiere que los tritilodóntidos coexistieron con las especies de mamíferos más antiguas durante 30 millones de años.
Los fósiles, más de 250 dientes de tritilodóntido, los primeros que se encuentran en Japón, aparecieron junto a otros restos de Cretácico, hace entre 65 y 150 millones de años, pertenecientes a dinosaurios, tortugas, lagartos, peces, muchos tipos de plantas y mamíferos mesozoicos.
«Los tritilodóntidos eran herbívoros con un conjunto único de dientes que se cruzan cuando muerden», explica el autor del estudio Hiroshige Matsuoka, con sede en la Universidad de Kyoto. «Tenían más o menos las mismas características que los mamíferos -por ejemplo, es más probable que fueran de sangre caliente- pero taxonómicamente hablando eran reptiles, ya que en sus mandíbulas todavía tenían un hueso que en los mamíferos forma parte del oído». Es decir, probablemente no tenían la audición avanzada que caracteriza a los mamíferos.