Un dispositivo de localización colocado hace algún tiempo en un tiburón blanco fue encontrado en la orilla de una playa de México. Después de un análisis, mostró que el tiburón sufrió un rápido aumento de temperatura y una inmersión de 580 metros bajo las olas. Los científicos atribuyen el alza de más de 30 grados de temperatura a que el tiburón entró en el sistema digestivo de otro animal, y la inmersión podría ser explicada por el rápido descenso del cazador. Los investigadores encontraron el dispositivo a cuatro kilómetros de donde fue etiquetado el tiburón.
La situación, que ocurrió cuatro meses después de los investigadores etiquetaran al tiburón fue contada en Hunt for the Super Predator del Instituto Smithsoniano de Documentales, que saldrá al aire el 25 de junio 2014 en Estados Unidos."Cuando me dijeron por primera vez los datos arrojados por la etiqueta, estaba absolutamente sorprendido", dijo el cineasta Dave Riggs en el documental. "La pregunta, que no solo vino a mi mente sino a la de todos los involucrados fue, ¿Qué hizo eso? Obviamente ese tiburón blanco fue devorado. ¿Qué se comería a un tiburón tan grande? ¿Qué podría matar a un tiburón blanco de tres metros?" Estudios adicionales de tiburones en el área proveen posibles respuestas a la pregunta: según investigadores, tiburones más grandes fueron encontrados en el lugar donde el tiburón blanco encontró su destino. Estos tiburones gigantes, dicen los científicos, son suficientemente grandes para poder comerse a otro tiburón blanco y son capaces de sumergirse a la velocidad y profundidad registrada por el dispositivo. Por otro lado se ha mencionado también al monstruoso tiburón prehistórico Megalodon, una bestia de 15 a 20 metros que podría tragarse perfectamente a un gran blanco.
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