El fósil del rinoceronte lanudo descubierto en la meseta del Tíbet es considerado el espécimen más antiguo de su tipo que se haya descubierto hasta ahora. La criatura vivió hace unos 3,6 millones de años, mucho antes de que bestias similares recorrieran el norte asiático y europeo en la Edad del Hielo. El equipo que hizo el hallazgo afirma que la existencia de este antiguo rinoceronte apoya la idea de que las faldas tibetanas del Himalaya fueron la cuna evolutiva de estos animales. El informe del descubrimiento aparece en la revista Science. Xiaoming Wang, del Museo de Historia Natural de Los Angeles, EE.UU., explicó que el fósil "es al menos un millón de años más viejo, o más, que cualquier otro de los rinocerontes lanudos conocidos. Está bastante bien preservado, sólo un poco machacado, así que no conserva del todo su forma original, pero el cráneo está completo y la quijada está preservada", informó a la BBC. El rinoceronte fue hallado en la Cuenca Zanda del Tíbet. El área es rica en yacimientos fósiles. El ejemplar fue recobrado junto con ejemplos de caballos, antílopes, leopardos de la nieve y tejones extintos, así como otros tipos de mamíferos. El espécimen fue puesto dentro de una nueva clasificación: Coelodonta thibetana. Wang y sus colegas afirman que el rinoceronte posee algunas características muy primitivas, comparado con sus contrapartidas que vivieron a través de las últimas glaciaciones de la época del Pleistoceno. Juzgando por las marcas en el cráneo, el cuerno de la criatura probablemente fue bastante plano inclinado hacia delante. Esto podría haber permitido al animal barrer la nieve más fácilmente para llegar a la vegetación, una conducta útil para sobrevivir el duro clima tibetano, señala el equipo. En años recientes se ha estudiado intensamente la extinción de las bestias del Pleistoceno, pero se sabe muy poco acerca de su origen y de cómo se adaptaron a ambientes fríos. El argumento en el documento publicado en Sciencees que esas adaptaciones las adquirieron en la meseta tibetana, aunque se admite que esta hipótesis sólo podrá tener fuerza si se hallan más fósiles. Andy Currant, experto en el Pleistoceno del Museo de Historia Natural de Londres, afirma que esto no es tan directo en el caso de los rinocerontes lanudos, y es muy difícil que aparezcan buenos especímenes. "Los rinocerontes lanudos fueron cazados por las hienas y se los comían por completo. A las hienas les gustaban los huesos", le dijo a la BBC.
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