Las fugas radiactivas ocurridas en Japón tras el devastador terremoto del pasado 8 de marzo 2011, ya cobraron su primera víctima animal. Un pequeño conejo sin orejas que nació en la ciudad de Namie Tsushima. Especialistas en el tema consideran que la alteración física que padece el animal se debe a la propagación de partículas radiactivas emitidas por la planta de Fukushima, ubicada a 30 kilómetros de la zona donde ocurrió el curioso hecho. ¿cuantas mutaciones más ocasionara este desastre radioactivo? Seguramente y por desgracia , muchas más.
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